RECETAS TRADICIONALES CON LA ÚLTIMA TECNOLOGÍA
1. Recepción de proveedores:
años trabajando juntos
Es aquí donde realizamos los primeros controles organolépticos y de temperatura. Todo el género recepcionado se etiqueta para el perfecto control de trazabilidad, pasando a 6 subzonas diferenciadas, evitando así la contaminación cruzada:
- Cámara de frescos: 1-3 °C
- Cámara de pescados: 1-3 °C
- Cámara de frutas y verduras: 8 °C
- Cámara de congelados: -18 °C
- Almacén de seco (no perecederos)
- Almacén de productos de limpieza y químicos
2. Selección y preparación: Materias primas de calidad
Las diferentes materias primas son preparadas de forma previa al cocinado, recogiéndose muestras en crudo para su análisis microbiológico. Desde las diferentes subzonas de almacenamiento y cámaras se accede a esta sala, que se encuentra permanentemente por debajo de 10 °C, para mantener la cadena de frío, mientras se preparan los productos antes de pasar a la zona de cocinado. Encontramos espacios bien diferenciados y separados, según el género a manipular, eliminando así toda posibilidad de contaminación cruzada.
3. Cocinado: sin colorantes ni aditivos artificiales
Todos nuestros guisos y cocinados son caseros y están basados en recetas tradicionales, con ingredientes naturales de temporada, sin colorantes ni aditivos artificiales, utilizando las últimas tecnologías y técnicas culinarias. En este momento se recoge la primera muestra de cada plato cocinado para su posterior análisis microbiológico.
4. Envasado: resistentes y listos para ser reciclados
Todos los platos recién cocinados son envasados de forma natural, sin conservantes ni gases, que si bien alargan la caducidad del plato acaban siendo consumidos. Además, nuestros envases están hechos de polipropileno, un material seguro y de uso alimentario que no contiene BPA ni ftalatos, siendo aptos para altas temperaturas (más de 140 °C), por lo que se puede calentar la comida en su propio recipiente.
5. Pasteurización PARA mantener todas las propiedades de los alimentos
Es la manera más natural y tradicional de proceder para la desinfección de los platos. Eliminamos las bacterias mediante baños calientes hasta alcanzar los 70 °C en el corazón del producto. Este proceso permite mantener íntegras las propiedades de los alimentos, tales como su sabor, textura y propiedades nutricionales.
6. Abatimiento de temperatura: Conservación sin conservantes artificiales
Los platos se someten a un abatidor de temperatura, que es una máquina de refrigeración capaz de disminuir rápidamente la temperatura hasta por debajo de 4 °C en menos de 60 minutos, evitando así la aparición de nuevas bacterias. Gracias a este proceso térmico, nuestros platos tendrán más de 21 días de caducidad, sin tener que añadir aditivos y conservantes ni someter los platos a congelación. A partir de este momento, mantendremos la cadena de frío (0-4 °C) hasta el momento de consumo. Nuestros platos volverán a someterse a un análisis microbiológico a los 21 días.